No decidí emprender para acabar subcontratada por un agente digitalizador
No me apetece luchar contra Goliat, pero voy a seguir afilando mi hacha. Ya ves, doy un giro a mi estrategia. He decidido tomarme un tiempo para seguir formándome y, ya de paso, voy a pensar tranquilamente si merece la pena seguir intentando sacar adelante un negocio por cuenta propia o es preferible que me busque un buen jefe, o jefa, que cargue con las preocupaciones de gestionar un negocio.
En Navidad de 2020 creía que lo había conseguido y estaba emocionada. Lo que no sabía es que, en poco tiempo, el gobierno de España sacaría el Kit Digital y se olvidaría de los nuevos emprendedores que, tras la pandemia, se habían reinventado para ofrecer sus servicios de diseño y desarrollo web, SEO o marketing digital.
Vamos, que no puedo ser agente digitalizador, porque en mi primer año de existencia como emprendedor digital no he conseguido 35.000 euros de facturación, condición necesaria para poder participar como empresa digitalizadora ¿Conoces a muchos emprendedores que en su primer año tengan ganancias? Yo creo que, la mayoría, con cubrir gastos en su primer año de autónomo o pyme ya se dan un canto en los dientes, ¿o sólo me ha pasado a mí?
He tenido la ocasión de hablar con una persona de la oficina Acelera Pyme, me ofreció como solución, para no desaparecer del mapa, la subcontratación. Así, me dijo, quizás el año que viene puedas demostrar una facturación mayor de 35.000 euros. Todo esto a base de hacer webs a la sombra de una de las empresas grandes que sí cumplen las condiciones de facturación y tienen la capacidad de cargar con todo el papeleo y plazos de cobro que conlleva ser agente digitalizador. Y, por supuesto, cobrando bastante menos para que a esa empresa le salga rentable contar con mis servicios.
Pues resulta que yo no decidí emprender para acabar subcontratada por otra empresa que se dedique a hacer lo mismo que yo he estado haciendo estos meses en Oh my Web!, de manera completamente legal y cumpliendo religiosamente con mis obligaciones fiscales (esa debería ser la condición para ser agente digitalizador). No quiero perder la ilusión haciendo un trabajo que me encanta para clientes que ni siquiera voy a tratar directamente, para eso prefiero trabajar por cuenta ajena con una nómina que me garantice ingresos a fin de mes. Así que, como entiendo que cualquier emprendedor o pyme, que quiera digitalizar su negocio, desee acogerse a la ayuda que se les ofrece, me retiro una temporada a seguir formándome y a pensarme detenidamente si merece la pena seguir siendo emprendedor en este país. No pienso luchar contra Goliat, pero mientras tanto, seguiré estudiando y afilando mi hacha para regresar mucho más sabia, si decido continuar con este proyecto, o buscarme un trabajo por cuenta ajena que realmente me satisfaga y en el que me permitan demostrar mis conocimientos, mi creatividad, ser yo misma y dejarme de preocupaciones, ya veremos. Empiezo a tener muchas ganas de dormir a pata suelta y puede que ésta sea la última gota que ha colmado mi vaso de emprendedora.
Puedes seguir leyendo mis artículos, no voy a dejar de escribir en el blog y de publicar en redes, ahora con más ganas que nunca.